Contra el mito del colapso ecológico, de Emilio Santiago
El colapso ecológico no es verosímil, dice Emilio Santiago, nacido en Ferrol en 1985. Investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) especializado en antropología climática y ecologista convencido. Durante más de una década, fue un colapsista, convencido de que estábamos abocados a un colapso civilizatorio. Ahora, desmonta esas posiciones debido a sus sesgados análisis y por su tendencia a dar por cerrados debates que están abiertos. Ve el colapsismo como una «ideología» más que una conclusión científica, que es como intenta presentarse. El colapsismo es una ideología que siempre repite los mismos errores teóricos en el análisis de la crisis climática. Una estructura teórica muy similar a otros discursos catastrofistas del pasado como el catastrofismo marxista, que estuvo muy presente hace más de un siglo y que anunciaban el fin violento del capitalismo. En algunos círculos políticos el colapso ofrece un relato histórico que refuerza su estrategia política. Se dan dos tipos de errores. Respecto a los datos, el colapsismo tiende a tomar por ciertos o por cerrados debates científicos que están abiertos, tomar por seguros datos que tienen incertidumbre. Es una teoría social reduccionista, en la que un solo factor que lo explica todo, que es mecanicista, que es determinista y tiene una obsesión con el efecto dominó, como si cualquier problema coyuntural fuese a generar una especie de bancarrota en cascada de todo nuestro sistema civilizatorio, y esto lleva a propuestas de intervención política bastante contraproducentes. El ecologismo sigue anclado en una idea que viene del marxismo más vulgar: el determinismo histórico.
