Confesiones de un incrédulo y otros ensayos escogidos, de Lovecraft

No cree en la democracia; tampoco en el despotismo. Es más liberal de lo que parece, pero ignora la existencia de la epistocracia en un régimen democrático liberal. Toda vida humana es tediosa, incompleta insatisfactoria y carente de todo propósito. El buscador de paraísos es una víctima de mitos establecidos o imaginados. El hombre sabio es un cínico risueño. Su felicidad es menor a la del perro. Materialista mecanicista, dice que la bondad es a veces una debilidad y, otras, síntoma de superioridad. La moral es una simple costumbre local. Lo mejor, el suicidio universal. El pesimismo es fuente de bondad. El desilusionado, el fracasado es mas tolerante e indulgente. Si las ilusiones son todo lo que tenemos, aferrémonos a ellas, con su valor dramático y su reconfortante sensacion de sentido. Se hizo agnóstico, pagano grecolatino y hasta musulmán. Schopenhauer le influyó mucho; también Nietzsche. Hace un buen análisis del autosacrificio: prudencia, hábito o inercia, aprobación, gratificación, expansion del ego, fiera acorralada, masoquismo. De economía no tiene ni idea y defiende un ludismo contra las máquinas para preservar los puestos de trabajo. Luego pide un riguroso examen para poder votar a un sabio benevolente que preserve el legado de la tradicion cultural europea.