Ahí pero dónde, cómo

Todos los días compro libros. Algunas veces me salen gratis porque me los regalan. Otras, aparecen de improviso encima de mi mesa sin que nadie los haya llamado. Pero todos los días dedico un tiempo sustancial a rebuscar entre las librerías que suelo visitar. La gente me mira mal cuando les cuento que tengo la buena costumbre de subrayar y de escribir en los márgenes, no con lápiz, sino con la tinta negra de un Pilot V5. Cuanto más me gusta el libro, más subrayado y anotado está. Ayer apareció Un librero, de Álvaro Castillo Granada y, aunque lo leí con placer, al terminar me di cuenta de que tan solo había subrayado una frase que el autor había cogido prestada de Julio Cortázar:  
Ahí pero dónde, cómo                           
   «Ahí pero dónde, cómo», eso lo escribió Julio Cortázar. No sé si era una pregunta o una afirmación. No importa. Cualquier posibilidad es válida. Todos estamos a la espera. El tiempo se desliza lánguidamente hacia algo desconocido, no deseado, tampoco temido.





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