Pop y eterna adolescencia

Los niños pequeños empiezan a mostrar una preferencia por la música de su cultura a los dos años de edad, aproximadamente en la época en que empiezan a desarrollar un procesamiento verbal especializado. Tienden a gustarles al principio canciones simples; música «simple» quiere decir temas claramente definidos (como algo opuesto, por ejemplo, a contrapunto a cuatro partes) y progresiones de acordes que se resuelven de formas directas y fácilmente previsibles. Cuando maduran, los niños empiezan a cansarse de la música fácilmente predecible y a buscar música que plantee algún reto.

Daniel J. Levitin. Tu cerebro y la música.

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