Al borde de lo fáustico
La razón de los absurdos. La demagogia del humanismo. Amasijos de perogrulladas. Engaños descabellados a la medida de la ingenuidad insensata. Un laberinto de espejos. Un juego sin gracia. El odio convertido en valor absoluto, teñido eso sí de sonrisas filantrópicas. Esaú vendió sus derechos por unas legumbres. Fausto su alma. Pero estos nos venden a nosotros para llenar el vacío de su nihilismo. La utilidad del diablo que recoge las nueces.