Resistencia

"Llega el día; son las siete menos cuarto. Entre la luz fría del día, que atraviesa los cristales, y la luz cálida de la lámpara que reluce sobre mi papel, no hay más que una cortina ligera y transparente. Lucha curiosa y simbólica. El corazón, tranquilo en la soledad y el recogimiento, es asaltado por el mundo exterior para arrancarlo a su paz e imponerle deberes, fastidios, dispersión por lo menos. Se vivía interiormente y hay que vivir hacia fuera. Llega el día, hay que mentir, (...) hay que obrar". Henri-Frédéric Amiel. El equilibrio se ausenta y regresa el tedioso desgaste cotidiano, cuando hay que construirse un yo apropiado a la representación concreta que toque en cada momento; a la espera de volver a restablecer la integridad del alma, de regresar a lo interior, a la libertad, al Freewill, como alma que se busca a sí misma, desde el borde, observándose ajena, objetivada y extraña, como un testigo más. Vivir es encontrar resistencias.