El anacoreta




Mientras nadaba en el Mediterráneo encontré este mensaje dentro de un tubo de aspirinas:

   ENCONTRAR UN LUGAR EN EL MUNDO, UN PAISAJE AGRESTE DE CONDOLENCIAS Y SINSABORES, EL CAMINO HACIA TU MUERTE, EL DESTINO DE TU VIDA, EL RÍO DE TU MAR. DEJARÁS QUE PASEN LOS SEGUNDOS EN POS DE TU FUTILIDAD. NO VIVIRÁS Y NO HAS DE DEJAR VIVIR. AGOBIARÁS A TUS PRESENTES COMO ANTES LO HICISTE CON LOS AUSENTES. TERMINARÁS TUS MINUTOS, POSIBLEMENTE, EN EL LUGAR QUE TE CORRESPONDE, QUE HAS IDO BUSCANDO TRAS TU QUEHACER DIARIO.
     CON PROBABILIDAD, TU LUGAR EN EL MUNDO NO SEA MÁS QUE UN TRÁNSITO HACIA TU MUERTE, SEA LA CALESA QUE TRANSPORTA TU ALMA DONDE MERECES, SEA LA GUADAÑA DE TUS ODIOS Y EL GRITO DE TUS CONTEMPORÁNEOS. SEA...
     DESVIADO DE TU CAMINO, BALANCEADO POR MANOS DE UN ORO RESQUEBRAJADO, TE INCLINARÁS -TÚ LO SABES- DEL LADO DE LA CORRIENTE. TE DEJARÁS LLEVAR SIN SOLUCIÓN AL RETRETE DEL MUNDO, POR LAS CAÑERÍAS DE ESA INMENSA VIDA. QUIZÁS NO TENGAS LUGAR EN ESTE MUNDO.
     SI ESTE MENSAJE LLEGA AL MUNDO, QUE SEA ÉL QUIEN LO JUZGUE Y ACTÚE EN CONSECUENCIA.
FIRMADO: FERNANDO TOBAJAS. 

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