Percepción en bruto, cuadro abstracto y píxels sin sentido
¿Cómo sería la percepción humana si pudiéramos despojarla de todas las categorías, marcos conceptuales, memoria, imaginación, deseos y emociones? La experiencia sensorial pura, desprovista de cualquier interpretación, categorización o procesamiento conceptual, tal como se presenta antes de ser moldeada por estructuras cognitivas, lingüísticas o emocionales, sería como el cuadro abstracto que tengo delante, manchas sin sentido ni patrones, caótica, sin forma ni significado, como datos sensoriales crudos sin un marco que los organice. Me acuerdo de Kant que en su Crítica de la razón pura escribe que la percepción siempre está mediada por las categorías a priori del entendimiento: espacio, tiempo, causalidad. Según él, una percepción sin categorías no sería percepción en absoluto, ya que no habría forma de organizarla en una experiencia coherente. Para Kant, los "píxels sin sentido" no serían percibidos como tales, porque la mente humana impone estructura automáticamente. Hace poco escribí sobre Wilfrid Sellars cuando critica el "mito de lo dado", la idea de que podemos acceder a datos sensoriales puros sin mediación conceptual. Según él, toda percepción está impregnada de conceptos y lenguaje, por lo que una percepción en bruto sería imposible para un ser humano consciente. Este cuadro abstracto sería inconcebible, ya que incluso los píxeles implican alguna forma de categorización.
Deambulo por este museo fantástico y fantasmagórico. Numerosos fantasmas fantasmean con sus acompañantes interpretando y envenenando sus discurso fantasmal. Resulta curioso como autores como Peirce o Popper sugerirían que, dado que nuestro conocimiento es siempre provisional y mediado, no podemos acceder a una percepción pura, ya que está filtrada por nuestras creencias revisables. Edmund Husserl lo intentó con su fenomenología. En Ideas, propone la epojé o suspensión del juicio como método para intentar "volver a las cosas mismas". Aunque reconoce que no podemos eliminar completamente las estructuras de la conciencia, su fenomenología busca acercarse a una percepción más "cruda" al suspender suposiciones sobre el mundo. Este cuadro abstracto que tengo delante podría asemejarse a esta experiencia fenomenológica inicial, pero aún estaría estructurada por la intencionalidad de la conciencia.
Entonces me acuerdo de William James cuando en Principios de Psicología describe la conciencia de los bebés como un "confuso zumbido", sugiriendo que los recién nacidos podrían experimentar algo cercano a una percepción en bruto, antes de que la memoria, el lenguaje y las categorías se desarrollen. Sin embargo, creo que incluso esta percepción estaría influida por estructuras biológicas innatas.
No sé, autores como Feyerabend o Harding sugieren que las diferentes culturas o marcos conceptuales estructuran la percepción de manera distinta, pero no que sea posible eliminarlos por completo. Una percepción sin categorías no sería "pluralista", sino simplemente amorfa.
Desde la psicología, me vienen a la mente autores como J.J. Gibson cuando dice que la percepción está ligada a la interacción con el entorno, y las posibilidades de acción, que ya implican una interpretación implícita. En neurociencia, la percepción visual, por ejemplo, implica procesos automáticos de organización, como los principios gestálticos, lo que sugiere que incluso a nivel biológico, los "píxels sin sentido" son organizados por el cerebro en patrones significativos.
"Cuadro abstracto, píxels sin sentido" podría asemejarse a una experiencia mística o meditativa, como las descritas en ciertas tradiciones orientales, como el budismo zen, donde se busca trascender las categorías conceptuales para alcanzar un estado de "vacuidad". O una alucinación o un estado alterado de conciencia como bajo el efecto de psicodélicos, donde la percepción puede parecer fragmentada, pero sigue influida por estructuras cognitivas y emocionales.
De repente, me acuerdo de que soy un contingentista ontológico. Por mi memoria desfilan entonces autores como Quine o Goodman. Ambos podrían interpretar mi "cuadro abstracto" como una representación de una realidad sin una ontología fija. ¿Cómo sería la percepción en bruto?, vuelvo a preguntarme. Si eliminamos categorías, marcos conceptuales, memoria, imaginación, deseos y emociones, la percepción en bruto sería probablemente ininteligible. Exactamente igual que el cuadro que tengo delante, bello y enigmático, profundo, abierto, absurdo. Para un ser humano consciente, mero caos sensorial, un flujo de datos, colores, sonidos, texturas, sin organización aparente ni significado. Allí, hipnotizado, no distingo entre objetos, sujetos o eventos. Sin memoria ni conceptos, no habría un "yo" que perciba, lo que podría hacer la experiencia indistinguible de la inconsciencia. Entonces, si la percepción humana depende de estructuras cognitivas y biológicas, una percepción en bruto podría no ser experimentable por un ser humano, sino más bien un constructo teórico, siempre mediada por marcos contingentes. Una percepción en bruto, como este cuadro abstracto que tengo delante, es un flujo caótico de datos, "píxels sin sentido", pero resulta difícil concebirla como una experiencia humana. Sin embargo, este cuadro tiene un autor humano que seguramente tenga una idea del arte como experiencia amorfa, probablemente ininteligible o indistinguible de la no-percepción.
Salgo de museo satisfecho, impregnado de una inquietud metafísica muy agradable que precisa de un café solo bien cargado. Al momento, mi percepción distingue el aroma del café expresso recién hecho; justo delante de mí en aquella esquina, una cafetería me promete el paraíso.