Moral y civilización. Una historia, de Juan Antonio Rivera
Este libro de Juan Antonio Rivera aborda la evolución del comportamiento moral humano desde la Prehistoria hasta las civilizaciones contemporáneas, utilizando un enfoque evolucionista. La moral humana ha evolucionado desde las pequeñas comunidades de cazadores-recolectores hasta las complejas sociedades modernas, marcadas por la ausencia de depredadores naturales y las presiones de selección provenientes de la propia especie. El libro traza el tránsito de una "moral cálida", tribal, basada en el altruismo hacia el grupo y la hostilidad hacia extraños, a una "moral fría", de respeto impersonal, que permite la convivencia con desconocidos. En la Prehistoria, la moral estaba centrada en la cooperación dentro de pequeños grupos, con altruismo hacia los miembros del clan y xenofobia hacia los foforasteros. La guerra fomentó virtudes como el heroísmo y el sacrificio por el grupo. Con la llegada de la agricultura las poblaciones crecieron y surgieron las primeras ciudades. Esto requirió nuevos mecanismos de control social más allá de los biológicos, como leyes escritas, jerarquías políticas y religiones con "grandes dioses" que vigilaban la conducta. Estos cambios culturales permitieron la cohesión en sociedades extensas. En las civilizaciones modernas, la moral evoluciona hacia el respeto impersonal, que permite convivir con desconocidos sin necesidad de lazos afectivos. El comercio enseñó a valorar a los extraños por sus contribuciones. Curioso fue el proceso de "autodomesticación" (Richard Wrangham), por el que las sociedades eliminaron rasgos agresivos, como los de los machos alfa más violentos. El individualismo, surgido en Europa Occidental tras la caída del Imperio Romano, es clave, junto con instituciones liberales, al promover una ética basada en el respeto mutuo y la igualdad de oportunidades, aunque no de resultados. La opulencia material suele acompañar el progreso moral. La moral no es universal, cambia con las necesidades sociales y los contextos históricos y geográficos. Las prácticas comerciales fomentaron la cooperación entre extraños, reduciendo la violencia y promoviendo el respeto mutuo. La humanidad ha moderado sus impulsos violentos a través de procesos culturales y sociales. Las utopías son teorías paternalistas que dictan cómo vivir de manera equivocada y a que carecen de respeto a la libertad y al ensayo-error.