El yo como resistencia
La nieve cruje bajo mis pies mientras avanzo por las laderas de Peñalara, cumbre de la Sierra de Guadarrama. El viento helado enrojece mi cara y me recuerda la crudeza del temporal en estas alturas. Cada paso resuena en el silencio blanco de la montaña, interrumpido solo por el viento. Mientras asciendo, pienso en lo que Freud escribió en El malestar en la cultura: inicialmente, el yo lo abarca todo; posteriormente, se separa de él un mundo exterior. En las primeras etapas del desarrollo psíquico, el bebé es un solipsista que no distingue entre sí mismo y el entorno, un estado conocido como narcisismo primario, donde el yo lo abarca todo. Es con el paso del tiempo cuando las inevitables sensaciones de dolor y displacer nos persuaden y obligan a establecer hipótesis acerca de la existencia de fuentes externas de estímulos. Este pensamiento resuena en mí mientras estoy rodeado de blancura: el suelo blanco se funde con la niebla blanca en una especie de blancura universal onírica que enclaustra mi cuerpo. Sí, me enfrento a la resistencia de la montaña. La nieve, el viento y el frío son recordatorios constantes de un "afuera" que se impone, como un obstáculo a mi voluntad, pero que puedo manejar. Recuerdo a Maine de Biran, quien señalaba que es mediante la resistencia que encontramos en el mundo externo como tomamos conciencia de ese "ente que no soy yo". Cada paso dificultoso en la nieve profunda es una confirmación de ese "otro ser". Siento una conexión efímera con el todo, quizás un eco de aquel sentimiento universal que Freud describió, donde las fronteras entre el yo y el mundo estaban desdibujadas. El sentido yoico es el residuo atrofiado de un sentimiento más amplio de envergadura universal que permanece inconsciente y aparece en ocasiones determinadas en algunos individuos con tendencias místicas. De este modo, incluso rezar podría interpretarse como un intento de relacionarse con el exterior, de manejar lo inmanejable, como un puente entre lo humano y lo trascendente, que muestra un deseo de conexión con algo más allá de la experiencia yoica, un reconocimiento, al fin, de las limitaciones humanas y de cómo son las hipótesis las que configuran la realidad.